Si te contamos que el verano pasado se encontraron nueve nidos y nacieron casi 500 ejemplares de tortugas marinas en las playas valencianas, ¿cómo te quedas? Desde luego, es algo inédito, pero es un indicador de la salud de nuestro ecosistema marino. Que elijan playas como las de València para poner sus huevos es señal de que tenemos un verdadero tesoro en nuestra costa.
Este nuevo papel de las playas mediterráneas en el ciclo de vida de las tortugas marinas necesita la colaboración de todos. Pues no basta con tener un litoral de calidad; hay mucho más que hacer para que sobrevivan.
Y te vamos a contar por qué eligen anidar aquí, por qué están en peligro de extinción, cómo ayudarlas y cómo disfrutar plenamente del proceso si te encuentras un nido o una tortuga marina en València.
¿Por qué eligen las aguas mediterráneas para hacerlo?
Las tortugas marinas tienen patrones migratorios bastante complejos, aunque normalmente vuelven y establecen sus nidos en las playas en las que nacieron. Hace años apenas se veían vestigios de tortugas por aquí, pero ahora hay tortugas marinas en València porque su clima, entre templado y cálido, hace que la incubación y eclosión de los huevos se desarrolle en condiciones óptimas.
Aunque su elección no es solamente por esto. Las playas valencianas poseen arenas sueltas, cálidas y pendientes suaves, ideales para que excaven nidos profundos alejados de la orilla sin apenas esfuerzo.
¿Y por qué son tan importantes para el medioambiente?
Las tortugas marinas ayudan al crecimiento normal de pastos y praderas marinas, zonas de cría para muchas otras especies como el camarón, la langosta o el atún. Además se alimentan de esponjas y medusas, moderando su desarrollo poblacional y evitando plagas. E incluso, los restos de sus huevos y crías —aquellas que no sobreviven— tienen gran valor; se descomponen y enriquecen el ecosistema costero en general.
Las innumerables amenazas que acechan a las tortugas marinas
Son muchas las razones que han llevado a estas especies hasta el punto en el que están hoy: amenazadas y a punto de extinguirse.
Y es que puede parecer que 500 tortugas nacidas en 2023 en la Comunidad Valenciana son muchas, pero ¿sabías que solo una de cada 1.000 llega a la edad adulta? La mayoría mueren de camino al mar a manos de depredadores como cangrejos o, accidentalmente, por culpa de los perros e incluso de los humanos.
Pero lo que más impacto ha tenido es la invasión de plásticos en el mar, 8 millones de toneladas acaban ahí cada año. A menudo, los confunden con medusas y se mueren al ingerirlos o se quedan atrapadas en ellos.
Y sin duda, el cambio climático es otro de los factores que más repercusión ha tenido. Son animales muy vulnerables al cambio de temperatura. Tanto que, cuando nacen, el sexo se determina en base a esto. Temperaturas más altas, más posibilidades de que nazcan hembras, inclinando más la balanza hacia la extinción.
Pero las tortugas marinas son inteligentes.
Pueden poner más de 150 huevos por cada nido y, si lo creen necesario, lo harán varias veces en cada temporada para compensar la alta tasa de mortalidad o el escaso número de varones.
Ellas luchan por sobrevivir. ¿Y tú, estás dispuesto a ayudarlas?
¿Cómo ayudar si ves a una tortuga marina en València?
Si tienes pensado visitar alguna de las hermosas playas de València o, mejor aún, pasar unos días de relax en ellas, ¡abre bien los ojos! Tu colaboración es crucial para salvaguardar esta especie en peligro de extinción.
Las tortugas suelen anidar por la noche, así que si ves indicios de un nido, rastro de huellas en la arena o, incluso, una tortuga por la playa, ¡no la toques!
Tampoco la ilumines, ni hagas fotos con flash. Eso podría precipitar que no anide.
Lo ideal es que llames al 112. Ellos se encargarán de activar el protocolo para garantizar la seguridad de los huevos y de la tortuga.
Mientras tanto, mantente a una distancia prudente y disfruta de lo maravilloso que es ver a una tortuga marina en València.
La labor de los servicios de conservación de tortugas marinas en València es de aúpa
Cuando haces esa llamada al 112, estás siendo una pieza angular en la conservación de la especie. En pocos minutos se avisa a los servicios de conservación y estos profesionales acuden al lugar de anidación en tiempo récord. Es un tremendo equipo de colaboradores entre los que se encuentra la ONG Xaloc, la Fundación Oceanogràfic, la Conselleria de Medio Ambiente, el servicio Devesa-Albufera, el Parador de El Saler y la Universidad de València.
En caso de que encuentren a la hembra a tiempo, le colocan un emisor vía satélite para rastrear su posición y detectar futuras anidaciones. Evalúan la situación y aseguran y delimitan el área, garantizando que no se moleste a la tortuga durante todo el proceso.
Cuando la tortuga ha completado la puesta de huevos y vuelve al mar, viene lo más difícil: conservar el nido. Para eso hay que protegerlo de pisotones accidentales, de sombrillas, de la maquinaria que limpia las playas y también de depredadores. Normalmente se hace colocando redes o jaulas sobre él o, si está en un lugar demasiado expuesto, reubicándolo.
Y el trabajo no termina aquí, pues suelen vigilar el nido hasta el momento de la eclosión para asegurar que las crías lleguen al mar de manera segura. A veces, una parte de los huevos se lleva a ARCA, el Área de Recuperación y Conservación de Animales del Oceanográfico de València, donde se les cuida con mucho esmero hasta el nacimiento de las tortugas, asegurando al menos la supervivencia de una parte de la anidación.
Pues ya sabes, tú eres clave también a la hora de salvar esta especie en extinción, ser consciente de su fragilidad y de la responsabilidad que tenemos de proteger a esta especie.
¡Estate bien atento cuando vengas a las playas de València!